Razones para visitar Túnez al menos una vez en la vida

África es un continente lleno de historia, diversidad y paisajes sorprendentes. En su extremo norte, el Magreb alberga un país que cautiva con sus contrastes, colores y aromas. Túnez, con su aire impregnado de jazmín, dátiles y té recién preparado, combina los tonos azules del Mediterráneo, los dorados del Sáhara, los verdes de los oasis y los ocres de la cordillera del Atlas, ofreciendo una experiencia única para cualquier viajero.

A pesar de ser un país árabe, Túnez se distingue por su sociedad abierta y moderna. Durante mucho tiempo, ha sido uno de los destinos más apreciados por los turistas europeos gracias a su hospitalidad, su riqueza histórica y su exótico atractivo. Sin embargo, en los últimos años, la afluencia de visitantes ha disminuido debido a preocupaciones sobre la seguridad. Aun así, los motivos para descubrir este país son innumerables: su legado histórico, sus paisajes impresionantes, sus sitios arqueológicos y sus paradisíacas playas. Además, es un destino asequible y está a poca distancia de España.

Un recorrido por la historia de Túnez

Túnez ha sido testigo de la presencia de diversas civilizaciones a lo largo de los siglos. Fenicios, cartagineses, romanos, bizantinos y árabes han dejado su huella en el territorio, convirtiéndolo en un museo al aire libre. Ejemplo de ello es la medina de Susa, el anfiteatro de El Djem y la gran mezquita de Kairuán. Sin embargo, uno de los tesoros arqueológicos más destacados se encuentra a solo 20 kilómetros de la capital: las ruinas de Cartago.

Fundada por los fenicios en el siglo IX a.C., Cartago llegó a albergar a casi medio millón de habitantes antes de ser destruida por los romanos. Actualmente, se pueden recorrer sus vestigios, como el tofet, un santuario dedicado a los dioses Tanit y Baal Hammon, donde se realizaban ofrendas y sacrificios. También destacan las termas de Antonino, uno de los baños romanos más importantes de la antigüedad, donde aún se conservan la capilla bizantina y los sótanos en los que trabajaban los esclavos.

Muy cerca de la colina de Byrsa se encuentra el Museo Nacional de Cartago, uno de los más relevantes del país. En su interior se exhiben joyas, estatuas, amuletos y máscaras púnicas y romanas. Al oeste, el anfiteatro romano de la ciudad, construido a finales del siglo I, aún conserva parte de su estructura original.

Aventuras en el desierto

El Sáhara, el desierto más grande del planeta, cubre una vasta extensión del norte de África. La región tunecina forma parte del Gran Erg Oriental y ofrece un escenario espectacular para los viajeros que buscan aventura. La ciudad de Tozeur, capital de la región de Jerid, es la puerta de entrada a este mar de dunas. Desde allí, los visitantes pueden explorar el desierto a pie, en camello, en quad o en vehículos 4×4.

Para quienes prefieren una experiencia más pintoresca, el Lagarto Rojo, un tren clásico del año 1900, recorre las montañas del norte de la ciudad, ofreciendo vistas inolvidables. Esta región ha sido escenario de numerosas películas de renombre, como Star Wars, Indiana Jones y El Paciente Inglés.

Entre los lugares de interés cercanos destacan Matmata, famoso por sus viviendas trogloditas excavadas en la roca; Tataouine, un antiguo asentamiento bereber; y Douz, conocida como “la puerta del desierto”. Para llegar a Douz, es necesario cruzar Chott el Jerid, el lago salado más grande de Túnez, un paisaje surrealista de reflejos blancos y rosados.

Playas de ensueño

Con más de 1.300 kilómetros de costa, de los cuales 600 son de playas, Túnez es un paraíso para los amantes del mar. Antiguas aldeas de pescadores se han transformado en vibrantes destinos turísticos que combinan el relax con actividades acuáticas.

Uno de los lugares más icónicos es Sidi Bou Said, un pueblo de postal donde las casas blancas con puertas y ventanas azules se asoman al Mediterráneo. También destaca Hammamet, un enclave turístico con playas de arena blanca y aguas cristalinas, ideal para visitar en cualquier época del año.

A poca distancia de Monastir, se encuentran playas espectaculares rodeadas de lujosos hoteles. Este destino es popular entre los amantes del buceo, ya que alberga arrecifes y naufragios perfectos para la exploración submarina. Por otro lado, la isla de Yerba es un destino vibrante lleno de hoteles, restaurantes y cafeterías, ideal para quienes buscan un ambiente animado junto al mar.

Túnez, un destino por descubrir

Túnez ofrece una mezcla fascinante de historia, cultura y paisajes que lo convierten en un destino imprescindible. Desde sus ruinas milenarias hasta su desierto infinito y sus idílicas playas, este país tiene algo para cada tipo de viajero. A pesar de los desafíos que ha enfrentado en los últimos años, sigue siendo un lugar lleno de belleza y hospitalidad, esperando a ser explorado.